martes, 14 de julio de 2015

Para un 8 de Marzo

 
 
 
                 Hay en mis ojos reflejos de otros ojos
                   y en mi boca voz para otras voces.
 

Creadora



Retomando la idea de una Eva (la madre bíblica de la humanidad) creadora que ya trabajé en otra obra, aquí tenemos a una mujer que está concibiendo, no un hijo/a sino una idea, un proyecto, algo que será...

domingo, 12 de julio de 2015

Decir lo que no se puede decir




Bill Viola: The quintet of the astonished (The Passions), 2000


Tuve la suerte de ver una exposición en Madrid sobre esta serie de Bill Viola. Una de esas exposiciones que te cambian, porque no se limita a ser una experiencia estética. Cada vídeo te hace sentir que asistes a algo sagrado, misterioso que es a la vez humano, carnal.

Three Women. Bill Viola

Las pasiones, por Bill Viola

Respira por favor

 

Que parezca que respiran... que de un momento a otro su expresión pueda cambiar...
Eso es lo que me encantaría conseguir en los rostros que dibujo o pinto. Este chico es Jamie y su retrato está trabajado en acuarela y lápices pastel con el añadido del collage para la ropa. Lo pinté durante la segunda estancia en Nottingham que resultó muy inspiradora por cierto.

September



Así invitamos a nuestra familia y amigos a nuestra boda el año pasado...




 
...y ésta era la ilustración para la libretita que regalamos. Con un deseo claro, seguir viajando juntos donde sea y cómo sea. 
 
 

sábado, 11 de julio de 2015

Mares que gritan

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Verano y aquí estoy otra vez

 
 
 
 
Verano y aquí estoy otra vez.
 
"La recordaba mucho más imponente; cuando somos pequeños, todo nos parece más grande de lo que es en realidad. Pero incluso resituada en su justo tamaño, conservaba su sorprendente belleza. El perfil de la parte más alta de la colina de marga blanca se recortaba contra el azul del cielo despejado y sin una nube y estaba coronado por unos setos de intenso color verde. En la parte más baja, la punta formada por los últimos escalones que se hundían en el azul claro del mar, contemplada a pleno sol, se teñía de unos fulgurantes matices que tiraban a rosa fuerte. En cambio, la zona más alejada de la cresta se apoyaba enteramente en el amarillo de la arena. Montalbano se sitió aturdido por todo aquel exceso de colores, auténticos gritos, hasta el punto de que durante un instante tuvo que cerrar los ojos y taparse las orejas".
Tomado del "Primer caso de Montalbano" de Andrea Camilleri. Editorial Salamandra