En el canto XII de la Odisea nos encontramos varias historias narradas por Ulises. Una de ellas es su historia con la ninfa Calipso en la isla de Ogigia.
Después de huir de las sirenas y de la isla de Helios un rayo alcanzó la embarcación de Ulises y todos sus compañeros perecieron, sólo sobrevivió él. Naufrago llegó a la isla de Ogigia donde vivía Calipso, hija del gigante Atlas y de Pleyone. La ninfa Calipso se enamoró de Ulises y vivieron un tiempo de disfrute juntos que parecieron 7 días para él, pero en realidad fueron 7 años. Calipso quería vivir para siempre con Ulises y le ofreció el don de la inmortalidad y la eterna juventud, Vaya faena! Pero Ulises prefirió volver a su hogar con su esposa.
Ante la obsesión de Calipso por retener a Ulises Atenea pide a Zeus que obligue a la ninfa que lo deje marchar. Con gran dolor Calipso entrega a Ulises madera para construir una barca, víveres y agua y sobre todo la indicación sobre qué astros seguir para llegar a Ítaca. El relato de Homero cuenta que Calipso muere de pena.
Bueno este final no me agrada mucho, así que yo me quedo con esta imagen de una bella mujer con cierto aire de melancolía que no enturbia la fuerza y la energía que desprende.