viernes, 14 de septiembre de 2018

Calipso

En el canto XII de la Odisea nos encontramos varias historias narradas por Ulises. Una de ellas es su historia con  la ninfa Calipso en la isla de Ogigia.
Después de huir de las sirenas y de la isla de Helios un rayo alcanzó la embarcación de Ulises y todos sus compañeros perecieron, sólo sobrevivió él. Naufrago  llegó a la isla de Ogigia donde vivía Calipso, hija del gigante Atlas y de Pleyone. La ninfa Calipso se enamoró de Ulises y vivieron un tiempo de disfrute juntos que parecieron 7 días para él, pero en realidad fueron 7 años. Calipso quería vivir para siempre con Ulises y le ofreció el don de la inmortalidad y la eterna juventud, Vaya faena! Pero Ulises prefirió volver a su hogar con su esposa. 
Ante la obsesión de Calipso por retener a Ulises Atenea  pide a Zeus que obligue a la ninfa que lo deje marchar. Con gran dolor Calipso entrega a Ulises madera para construir una barca, víveres y agua y sobre todo la indicación sobre qué astros seguir para llegar a Ítaca. El relato de Homero cuenta que Calipso muere de pena. 
Bueno este final no me agrada mucho, así que yo me quedo con esta imagen de una bella mujer con cierto aire de melancolía que no enturbia la fuerza y la energía que desprende.

¿En qué piensas?

Es muy interesante intentar captar el momento en el que alguien está pensando, no sabemos qué, pero en su gesto, nos damos cuenta que probablemente esos pensamientos la hayan llevado lejos. Es lo que he intentado hacer en este retrato de una chica soñadora.

Asia

En este retrato lo que me gustó fue la expresión de sorpresa y atención del rostro. De nuevo acuarela sobre papel sin dibujo previo a lápiz. Quizás lo más dificultoso, pintar la zona de los ojos, tan especiales con esos párpados que los enmarcan de una manera tan particular. La mirada, ese fue el gran reto en este retrato.


Working

Creo que cuando estás fuera de casa, en un lugar que no es el tuyo habitual, te sientes distinta, eres un poquito "otra persona" ya que no estás rodeada de las cosas que te acompañan todos los días desde hace tiempo. Lo cual es muy estimulante para crear. Así me siento en Chicago, todo es tan nuevo,  menos mi pareja a la que acompaño en esta estancia, que vamos de descubrimiento en descubrimiento. En fín que aquí me siento muy bien para trabajar. Sigo la línea de pintar retratos directamente en acuarela, sin dibujo previo a lápiz. Pero estoy especialnente interesada en captar los rasgos de personas de diferentes razas, algo alucinante de ver cuando vas en el tren. Os dejo el primero de ellos. Afroamérica.