sábado, 1 de agosto de 2015

Detrás de las miradas

 
 
 
 
 
Estos días largos y calurosos de verano en la ciudad a veces pueden ser un tedio. Pero el aletargamiento que envuelve el cuerpo y  los pensamientos a veces puede ser productivo. Marca un ritmo lento, pausado, de rumiar las cosas como pastan las vacas. Por lo menos eso me pasa a mí en el verano en la ciudad. Y estoy rumiando una nueva línea de trabajo, así lentamente, no puedo hacerlo de otra manera. Siempre me han atraído los retratos, tanto los pintados y de todas las épocas como los fotografiados. Estoy trabajando con acuarelas sobre fotografías de retratos que estoy encontrando en internet. No me importa tanto trabajar sobre el parecido sino sobre aquello especial que me ha hecho pararme para mirar ese rostro entre las decenas que he podido ver. Así me encontré con el trabajo del fotógrafo Jordi Gual. Tiene un trabajo magnífico y amplio pero me ha atrapado con su serie de retratos de Natalia, su hija ciega. Os dejo un enlace a un vídeo precioso y emocionante sobre el proceso de trabajo de ambos porque es un trabajo de dos. No dejéis de verlo. Y también os muestro el retrato realizado sobre una de las imágenes de Natalia.
Este es un inicio de una serie de trabajos que pretendo realizar y que no sé dónde me van a llevar. Pero estoy disfrutando con esta sensación que se parece mucho a la que teníamos en nuestras vacaciones escolares, tener todo el tiempo del mundo. Eso es algo que nos regala la lentitud del tiempo de verano en la ciudad.













1 comentario:

  1. Es sorprendente la expresividad de la acuarela que solo se entiende después de ver el video.
    Feliz que eres con que el calor te haga trabajar algo, a mi me aplana de tal forma que coloca en encefalograma plano, llevo mes y medio sin coger ni lápiz ni pincel, ni tinta ni color.

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