domingo, 5 de julio de 2020

Boca abajo



En estos trabajos en acuarela, pintados directamente sin dibujo previo me he concentrado sobre todo en captar movimientos, posturas y expresiones. Esta composición está realizada a partir de dos fotos independientes. Esta imagen de juego infantil me lleva a pensar en una existencia relajada, sin preocupación, feliz. 

lunes, 1 de junio de 2020

El corazón del bosque


Hacía mucho tiempo que no pintaba un paisaje. Tuve una época que me atraían mucho... Así que pensé en seguir experimentando con las tintas pero a partir de otro motivo. Pienso que damos por hecho que la pintura de un rostro o una figura humana serán los elementos plásticos más directos para motivar una respuesta en el espectador. Pero creo que todo depende de cómo esté cualquier elemento expresado en la obra. Un paisaje puede despertar muchas emociones, lecturas sutiles, incluso recuerdos personales. En definitiva puede ser un género muy potente para remover al espectador. Eso es lo que voy a intentar con una serie de paisajes a tinta china. De esta obra una de las cosas que más me gusta es el contraste de la delicadeza de las manchas de color que se funden y la oscuridad no totalmente densa pero casi, del fondo. Hay mucha luz y hay mucha oscuridad. Pero de momento equilibrados.

La chica de marzo


Este rostro es el reflejo de una tristeza y una melancolía "recubiertas" de una luz y unos colores que las mitigan.

Primer salto a oscuras


Últimamente me ha interesado mucho trabajar figuras saltando, bailando... He hecho algunos trabajos en acuarela que ya os enseñaré. Suelo buscar fotos en internet sobre las que inspirarme en las posturas, las torsiones y movimientos. La imagen en la que me basé para esta obra me sorprendió por la sensación de elevación y al mismo tiempo de caída que conllevaba. De ligereza y de peso a la vez. Intenté darle a la figura algo que no tenía en la fotografía original que era más esbelta y delicada... le quise dar cierto aire primitivo. A medida que iba trabajando me quedaban más sueltas las piernas y brazos y más densas las manchas de la cara. Así que decidí ponerle una franja de tela a los ojos. Cuando lo hice y retoqué lo que se apreciaba de la cara me dí cuenta que me recordaba un poco a mí, incluso en el cuerpo, en su proporción. Y entonces cobró un nuevo sentido esta imagen, era yo saltando hacia algo que no podía ver. Y bueno, pensé que tenía mucho que ver con las primeras semanas de estado de alarma, el miedo, la incertidumbre y la sensación del paso del tiempo hacia una situación que nadie sabía describir. 

Vuelta...




Después de mucho tiempo sin asomarme a este blog, vuelvo para mostraros mi trabajo realizado en este tiempo... En estos meses he trabajado de manera intermitente pero ha habido un punto de inflexión, el confinamiento en nuestras casas y la incertidumbre por el futuro. Creo que tod@s podríamos hacer una especie de diario del proceso físico, cognitivo y emocional que estamos experimentando. Con estos ingredientes y con una situación de enclaustramiento que much@s artistas buscan con alevosía para concentrarse en su obra tenía que ponerme a pintar. Y pensé que necesitaba hacer algún cambio, iniciar algo, no sabía qué. Lo más fácil, introducir algo nuevo en el procedimiento a utilizar. Y así conservando el agua como disolución y el papel como soporte me he pasado a las tintas chinas de colores. Esta técnica me obliga a estar muy concentrada, relajada para poder trabajar como llevo haciendo un tiempo, sin dibujo previo, con pincel directo sobre el papel de acuarela blanco. Mientras que la acuarela permite un poco de corrección con los lavados, la tinta seca bastante rápido y es casi imposible modificar una pincelada sin poner otra más intensa encima. Pero aporta un tipo de luz y de textura maravillosas. Os dejo el primer experimento que casi tiro por la horrorosa mancha que me salió al mezclar alcohol con la tinta. Pero bueno la aproveché e integré en el entrecejo del perfil y ya no llamó tanto la atención. Fue el primero de una serie de obras en tintas de colores, una técnica que me está haciendo pintar de una manera distinta. Con intuición primero y mucha reflexión después.